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Misión en Icaño

El grupo misionero de Nivel Medio viajó a La Costa, Icaño, provincia de Santiago del Estero para compartir la vida con las personas del lugar durante una semana.

Con el lema “No hay amor más grande que dar la vida”, 35 alumnos y profesores dejaron de lado compromisos y comodidades para compartir sus dones con la gente de La Costa. Fueron días muy intensos en los que todos pusieron lo mejor de sí mismos en cada actividad planificada con los niños y adultos del lugar, trabajando con alegría y mucho amor.

 

Compartimos algunos testimonios:

“Dar la vida” ese lema que cobró completo sentido en nuestra misión, donde logramos entender qué significa, que cada cansancio por jugar y caminar sean los más lindos, donde estar para el otro pasa a ser lo más importante, donde cada saludo y abrazo, camino y charla tienen otro significado, y donde aprendimos a ser los más chicos para poder ser los más grandes.

Doy gracias a la vida por tener la posibilidad de vivir esto, y más a cada uno de ellos que juntos nos hicimos uno, tirando todos para el mismo lado sin dudar en dejar en segundo plano nuestras comodidades para poder disfrutar de esta experiencia.

Fue más hermoso todavía descubrirnos entre nosotros, ver partes de cada personalidad que se muestran cuando se está dando lo mejor de cada uno.

A toda la gente de La Costa con quienes compartimos y aprendimos de su felicidad, sus sonrisas y sus valores, que sus abrazos valían y decían más que mil palabras…

Un gracias infinito al equipo por cada oportunidad que nos dan y por hacer que esto que empezó siendo un sueño pase a ser real, increíble, mágico y GIGANTE. Y para cada uno de ellos que fueron la inspiración para sacar lo mejor de mí y dar la vida. Los adoro❤.

¡Gracias!

Agustina P.

 

“Hay gente que piensa que el lugar no existe, hay otra que piensa que es un lugar triste. Es porque no descubrieron lo que es vivir simplemente.”

No me alcanzan las palabras para agradecer a cada uno de los que formaron parte del grupo misionero por toda su dedicación, compromiso, por sacarme SIEMPRE una sonrisa y por estar dispuestos a todo, hasta dar la vida.

Al increíble equipo que lo soñó, acompañó y caminó con nosotros desde el primer “sí”, porque admiro y valoro muchísimo el trabajo que hacen todos los días junto a nosotros para que esto sea posible.

A la gente de la Costa que nos recibió con su mejor sonrisa y con el corazón abierto para compartir la vida por una semana que queda grabada para siempre.

Gracias por todos los besos dobles y los abrazos largos, y como dirían dos personitas que tanto quiero, todo esto fue por ellos, con ellos y en ellos.

Experiencias inolvidables, que incentivan a seguir dando la vida.

Valeria S.

 

Pasaron los días y todavía se me hace difícil poner en palabras todo lo vivido, porque hay veces que simplemente las palabras no alcanzan para expresar las cosas que pasan por el corazón.

En el mundo hacen falta personas, como estos 35 chicos, que fueron ENORMES en el EL AMOR.

En el mundo hacen falta personas como ellos que fueron capaces de dar la vida en cada metro caminado, en cada historia escuchada, en cada mate compartido, en cada comunitaria realizada con alegría y en cada sonrisa regalada.

En el mundo hacen falta personas como ellos, que sientan el dolor y la alegría ajena como propias.

En el mundo hacen falta personas como ellos, que se comprometieron con la misión, con “La Costa”, olvidándose de ellos mismos y poniendo en primer lugar a los demás.

En el mundo hacen falta personas con  el potencial de estos 35 chicos, capaces de transformar cualquier tristeza en felicidad.

En el mundo hacen falta personas con la capacidad que tienen ellos de soñar, para construir un mundo más justo y más bueno donde todos tengamos los mismos derechos y todos seamos iguales.

En el mundo hacen falta personas como estos gurises, que les DUELAN las injusticias.

En el mundo hacen falta personas con el corazón de estos 35 chicos.

En el mundo hacen falta personas como ellos, que no les importaba el cansancio, el frío ni el calor cuando empezaban a ver la gente llegar por esos caminos de tierra.

En el mundo hacen falta personas que SIENTAN y VIVAN como cada uno de estos 35 chicos

GRACIAS a los 35 chicos que cumplieron la misión.

GRACIAS al equipo de profes por su SÍ, por acompañar, por sumar, por hacer de este proyecto como algo propio, por bancarse todo y por trabajar inagotablemente.

GRACIAS al resto del equipo que quedó en Buenos Aires ya que sin ellos nada hubiera sido posible, y por ser nuestro apoyo y motor en todo momento.

GRACIAS a “La Costa”, ustedes son “EL AMOR”.

Florencia, profesora de Cultura Religiosa y coordinadora de Catequesis.

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